En el contexto actual de la salud pública en el Perú, la carrera de Obstetricia se posiciona como una profesión clave para mejorar los indicadores de salud sexual y reproductiva, especialmente en zonas con brechas de acceso. Conscientes de esta realidad, la Universidad Autónoma del Perú brinda una formación académica sólida, humana y actualizada, que responde a los desafíos del entorno y promueve el bienestar de la población.
«Los estudiantes de Obstetricia desarrollarán competencias clínicas, éticas, comunicativas y de investigación, orientadas a una atención integral», señala la Mg. María Soto, docente de la carrera. Entre las principales capacidades que adquirirán los futuros profesionales destacan:
La formación práctica es un pilar fundamental en la carrera. Según explica la docente Soto, «los estudiantes cuentan con laboratorios de simulación clínica equipados con simuladores de parto, modelos anatómicos gineco-obstétricos, así como consultorios simulados para la práctica de entrevistas clínicas». Esta infraestructura especializada permite que los estudiantes entrenen procedimientos en un entorno seguro antes del contacto con pacientes reales.
Para potenciar el aprendizaje, la carrera incorpora metodologías activas como el estudio de casos clínicos, la simulación clínica, el aprendizaje basado en problemas (ABP) y las prácticas preprofesionales y comunitarias. Estas estrategias promueven el pensamiento crítico, la toma de decisiones informadas y la experiencia directa con pacientes y comunidades. “Estas metodologías mejoran la retención del conocimiento, fomentan la autonomía y preparan mejor a los futuros profesionales para el entorno laboral”, afirma la docente Soto.
Al culminar sus estudios, los egresados de Obstetricia podrán desempeñarse en una amplia variedad de ámbitos del sector salud, tanto público como privado. Esto incluye establecimientos del Ministerio de Salud, EsSalud, sanidades y gobiernos regionales, así como clínicas privadas, centros de planificación familiar, programas comunitarios, ONGs, docencia, investigación y gestión de políticas públicas.
El rol de estos profesionales es clave para reducir la mortalidad materna, especialmente en zonas vulnerables; garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva con enfoque de derechos y equidad; prevenir embarazos no planificados mediante educación y orientación especializada; contribuir a la planificación familiar y al empoderamiento de la mujer; así como acompañar el parto con calidad, respeto y calidez humana, promoviendo prácticas seguras y humanizadas.
«En un país donde aún persisten brechas en salud, el obstetra cumple una función estratégica para avanzar hacia una sociedad más saludable, informada y equitativa», concluye la docente María Soto.
La carrera de Obstetricia en la Autónoma representa así una oportunidad para quienes desean desarrollarse profesionalmente en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, con un enfoque integral que combina excelencia académica, formación práctica y compromiso social.
