En un contexto donde los problemas nutricionales representan uno de los mayores desafíos para la salud pública peruana, la Universidad Autónoma del Perú ha dado un paso decisivo al ofrecer la nueva carrera de Nutrición y Dietética.
“Esta propuesta académica responde a una necesidad urgente del país, donde la anemia infantil, la desnutrición crónica, el creciente problema del sobrepeso y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación —como la diabetes o la hipertensión— conviven como realidades que demandan profesionales capacitados”, explica la Dra. Susan Gonzales, Decana de la Facultad de Ciencias de Salud de la Universidad Autónoma del Perú.
Pero, ¿Qué hace diferente a esta carrera en la Autónoma? Aquí, los estudiantes no solo reciben una formación académica sólida, sino que desarrollan competencias científicas, técnicas y humanísticas, permitiéndoles:
La formación práctica es un eje clave en esta carrera. Los estudiantes cuentan con un Laboratorio de Microbiología y Bromatología, donde analizan los componentes y la inocuidad de los alimentos. Además, tienen la oportunidad de realizar prácticas en hospitales, centros de salud, instituciones educativas y empresas del sector alimentario, lo que les permite conocer la realidad desde el campo y adquirir una experiencia integral.
“En cuanto a la enseñanza, se apuesta por una educación activa y centrada en el estudiante”, destaca la Dra. Susan Gonzales. Metodologías como el aprendizaje basado en problemas (ABP), el estudio de casos reales, la simulación clínica y comunitaria y el trabajo interdisciplinario permiten a los futuros nutricionistas desarrollar pensamiento crítico, capacidad de análisis, habilidades comunicativas y trabajo en equipo: herramientas esenciales para el ejercicio profesional.
Al egresar, las oportunidades laborales son amplias y diversas. Podrán desempeñarse en una variedad de sectores:
La carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Autónoma del Perú forma profesionales con una visión integral de la salud y la alimentación, comprometidos con el bienestar de las personas y comunidades. “En un mundo donde la alimentación es un factor clave para una mejor calidad de vida, el nutricionista se posiciona como un agente de cambio fundamental en la construcción de sociedades más saludables y sostenibles” concluye la Dra. Susan Gonzales.